Niágara se forma gracias a las aguas del Lago Erie que desembocan en el lago Ontario. El vocablo Niágara proviene de una palabra iroquesa que significa "Trueno de Agua". Y es que es así, verlas y escucharlas por primera vez, se comprende de inmediato que ellas son las protagonistas principales de este maravilloso recorrido que, en nuestro caso, dio inicio en la Ciudad de Nueva York, siguiendo la ruta hacia Boston y que se extendió aún más allá de los Apalaches del Norte cuando encontramos en un pequeño pueblo de la Ciudad de Ontario, las majestuosas Cataratas del Niágara.
La belleza de la región de Niágara atrae a más de 12 millones de turistas al año y es además, en mi opinión, la principal atracción turística que posee Canadá. Las cataratas se pueden apreciar ya sea desde una de las rampas o balcones cercanas a ella, caminando a lo largo de una acera pavimentada ó tomando el tour en el barco "Maid of the Mist" . Este lleva a sus pasajeros hasta el borde de las cataratas para aprovechar así su cercanía y observar en primer plano, los 800 metros de ancho que tiene la espectacular "Velo de Novia" (procure, eso sí, protegerse con la capa que regalan como recuerdo dentro del barco). Otra forma es subir y observarlas desde el mirador del "Skylon Tower" ubicado en la 5200 Robinson St., donde además de la vista panorámica hacia las cataratas, podrá disfrutar de la exquisita gastronomía que ofrece su exclusivo restaurante.
"Me detengo nuevamente para mirarlas, una y otra vez, son ellas, majestuosas e inalcanzables... dicen que los ángeles bajan del cielo de vez en cuando para mojar sus alas blancas al pie del trueno de agua". Anónimo
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