miércoles, 24 de julio de 2013

Quebec, Canadá







Conocida como el Peñón de Gibraltar de América y tesoro del mundo, Quebec es una hermosa provincia de Canadá que visité en el año 2004 y que instantáneamente logró cautivarme con sus hermosas fortificaciones y angostas calles llenas de color y de arte. La ciudad amurallada o ciudad alta se asienta sobre el cabo Diamante justo donde el inmenso Río San Lorenzo se estrecha. Declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1985, Quebec es sin duda una ciudad poseedora de una riqueza arquitectónica e histórica invaluable. Indiscutiblemente, desde donde quiera apreciarse, el protagonista de esta increíble ciudad es el imponente Castillo Frontenac (la gastronomía francesa que ofrece este hotel es única), seguido por la terraza de la Plaza Dufferin desde donde también se aprecian hermosas vistas del pueblo de Levis.  En esta zona se congrega gran cantidad de pintores, quienes pintan y exponen su arte a vista de todos los curiosos turistas que la recorren. Otro lugar que me pareció encantador fue La Boutique de Noel, donde podrá obtener adornos navideños los 365 días del año. Un tienda enteramente dedicada y cubierta de escaparates de y para la Navidad.
Quebec, que significa "donde el río se angosta", está unida con la ciudad baja por un funicular (aunque también se puede llegar a ella caminando), posee también lugares icónicos como la Plaza Royal (antigua plaza del mercado), el encantador Petit Champlain, un barrio de calles adoquinadas repletas de restaurantes y tienditas decoradas en tonos rojos, naranjas y amarillos brillantes, dando la impresión de estar en un cuento de hadas.  El sitio ideal y preferido de los turistas para tomar fotografías es la Escalera Rompe Cuellos o Escaliers Casse-cou, llamada así por lo empinado de su posición.
Quebec es sin duda baluarte y fortuna de Canadá y una de las ciudades más bellas de Norteamérica y de todo el conteniente americano. Un destino imperdible!
Amusez-vous bien à Quebec!!


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