Esta obra es sin duda el reflejo de la plenitud artística del arquitecto catalán Antonio Gaudí en su etapa naturalista de formas orgánicas de la naturaleza. La Pedrera (cantera en catalán) y en otrora elegida por la burguesía de la época para fijar su residencia, se encuentra muy bien ubicada en el Paseo de Gracia, en medio de un chaflán y del ensanche de Barcelona.
La Pedrera ó Casa Milá fue su última obra civil (la construyó a los 54 años) y denota su ruptura con los esquemas de su tiempo. Y es que todo tiene su historia. Basta con recorrer sus pasillos y observar los detalles de las habitaciones de esta afamada casa para sentirse inmersa en los acontecimientos de la época (año 1906) cuando ya Gaudí era un reconocido arquitecto como resultado de sus obras El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia y la Casa Batlló, entre otras.
La Pedrera ó Casa Milá fue su última obra civil (la construyó a los 54 años) y denota su ruptura con los esquemas de su tiempo. Y es que todo tiene su historia. Basta con recorrer sus pasillos y observar los detalles de las habitaciones de esta afamada casa para sentirse inmersa en los acontecimientos de la época (año 1906) cuando ya Gaudí era un reconocido arquitecto como resultado de sus obras El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia y la Casa Batlló, entre otras.
Tanto la planta del cuarto piso, como el desván y la azotea (abiertas al público), son muestras de la geometría reglada que impuso el maestro Gaudí en todas sus obras. La azotea, con sus chimeneas recubiertas de fragmentos de cerámica y con la apariencia de cabezas de guerreros cubriéndolas con yelmos, el hierro forjado en sus balcones que simulan plantas trepadoras o las figuras de roca moldeadas por las olas del mar (típicas de la obra gaudiniana), hacen de esta visita una experiencia única.
Nombrada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1984, La Pedrera es un símbolo de creatividad vanguardista y representa, hoy por hoy, una de las obras más impresionantes de este prominente arquitecto quien, a mi juicio, se adelantó por mucho a lo concebido en ese siglo. Muestra de esto menciono una frase de Gaudí que refleja sus diferencias con las normas de la ordenanza municipal, puesto que sus obras irrumpían en lo "normal y corriente" del momento.
"Diles que, si quieren, cortamos el pilar como si fuera un queso y en la pulida superior restante, esculpimos una leyenda que diga: Cortado por orden del ayuntamiento". Antonio Gaudí
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