La primavera del 2013 la recuerdo extremadamente vivaz. La ciudad de Nueva York estaba particularmente hermosa y muy colorida probablemente por la abundancia de tulipanes, narcisos y manzanos verdes que recién habían florecido, agregaban frescura y vida a la ciudad. Esta vez, me dediqué a recorrer nuevos parques de la zona baja de Manhattan. El primero que encontré a mi paso fue el Parque Madison Square, el cual estaba doblemente enaltecido por la creatividad de la artista plástica Orly Genger que le cubrió de sogas con colores primarios y mucho arte moderno. Encontrarlo fue relativamente sencillo pues solamente hay que caminar libremente y dejarse llevar por la curiosidad y la libertad de romper las reglas del tiempo. Este es un parque singular ubicado en la 5ta Avenida y Broadway y la Calle 23, como quien se dirige hacia Union Square, muy cerca del muy afamado Distrito Flatiron.
El ruido y la actividad del Parque Madison Square es constante, sobre todo de día, ya que muchos aprovechan para almorzar en algún espacio del parque. Un lugar que es bastante famoso es el "Shake Shack" donde se puede comer la mejor hamburguesa del cocinero Danny Meyer (eso sí, ármese de paciencia pues muchas veces hay que hacer largas filas, pero vale la pena). Fue además increíble encontrar tantos lugarcitos con productos orgánicos y por supuesto restaurantes de este tipo también.
El barrio del Distrito Flatiron suele solaparse entre el Madison Square y su vecino el Union Square. El Distrito Flatiron lleva su nombre por el famoso Edificio Flatiron (ubicado exactamente en la Calle 23, entre Broadway y la 5ta avenida), el cual data de 1902 y debido a la popularidad que ha ganado la zona entre los neoyorkinos por la afluencia de nuevos restaurantes, éste se ha convertido en un lugar de carácter cada vez más residencial. Definitivamente estos barrios son también cada vez más visitados por el ambiente tan relajado que se percibe, en donde también se encuentra buena gastronomía, arte y cultura por doquier. El tipo de lugar que nunca cae mal visitar, caminar y de ser posible, disfrutar por un buen tiempo.
"Las ciudades suspiran por los parques. Son el amor platónico de sus vidas". Anónimo
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