Elevado en el Monte Royal de la ciudad de Montreal, se encuentra el Oratorio San José (ubicado en el 3800 Chenin Queen Mary), una moderna basílica que posee una bella arquitectura renacentista y las mejores vistas de la ciudad. La Capilla de San José (que se encuentra justo a la par del Oratorio) fue construida mucho antes (1904) por el hermano Andrés y al aumentar la cantidad de fieles, se edificó (en 1917) este oratorio el cual se considera el más grande de Canadá (3,000 fieles), siendo su cúpula de cobre una de las más grandes del mundo (sólo las cúpulas de San Pedro en el Vaticano y la de San Pablo en Londres le superan).
Por su connotación espiritual y de hechos milagrosos, uno puede ver a muchos fieles subiendo de rodillas los múltiples escalones que conducen hasta el Oratorio. Lo que aún recuerdo vívidamente es la cantidad de muletas y bastones que colgaban en las paredes, testimonio de tantos fieles católicos quienes, según consta ahí, obtuvieron múltiples milagros de San José a través del hermano Andrés. En el interior de la basílica, el aire estaba deliciosamente saturado del olor de las veladoras rojo carmesí, eran tantas, que definitivamente le añadían al ambiente un tono ceremonioso y un tanto solemne.
Recuerdo también los alrededores de la Basílica, (ya que hay que caminar desde la Capilla hasta el Oratorio). Este corto trecho es bordeado por cantidad de árboles que sirven de hogar a juguetonas ardillas. Desde el Monte Real se puede apreciar toda la ciudad de Montreal. Es en verdad todo un espectáculo de la naturaleza y el mejor lugar para tomar fotografías panorámicas.
Creo sin temor a equivocarme, que éste es uno de los lugares más hermosos de Montreal y uno de los más espirituales que he visitado.
"Para sacar adelante la misión que Dios me ha encomendado, faltan nervios de acero, mucha paciencia, y siempre, la gracia de Dios". Padre Andrés Bessette
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