La basílica de la Sagrada Familia (ubicada en la Calle Mallorca 401, Barcelona), diseñada por el arquitecto de la Barcelona modernista, Antonio Gaudí, es una combinación de innovación, perfección y solemnidad. Gaudí concibió la Sagrada Familia con 18 torres, 12 campanarios y 6 cimborrios con los que pretendía simbolizar la apertura entre el cielo y la tierra. Los campanarios de las fachadas del Nacimiento y de la Pasión, están coronados por unos pináculos recubiertos de trencadis (piezas de cerámica rotas) en los que pueden leerse palabras de alabanza...Sanctus, Sanctus, Sanctus y Hosanna Excelsis. Desde el exterior de la basílica pueden observarse dichos portales del Nacimiento y de la Pasión de Jesús (ya se ha iniciado la Gloria). En el interior de la basílica, uno simplemente suspira y queda sin aliento al observar los detalles de los vitrales que representan temas variados; las columnas en forma de tronco de árbol, el altar central el cual posee a Jesús crucificado y suspendido en hilos de luces diminutas y finalmente las bóvedas construidas con baldosas de mármol veneciano. Hay detalles que se me escapan mencionar en este momento; sin embargo, puedo asegurar que ésta es una de las maravillas del mundo moderno que debe de conocerse antes de morir.
Y como dijo el mismo Gaudí: "El templo es una obra que está en las manos de Dios y del pueblo".
Visqui el geni Gaudi.
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