Vale la pena viajar casi dos horas para maravillarse con esta joya que poseen los antioqueños del pueblo de Guatepé. A 70 kilómetros de la ciudad de Medellín, Colombia, imponente se planta la Piedra del Peñol o Peñón de Guatepé, un monolito compuesto por cuarzo, feldespato y mica que realmente impresiona al encontrarse literalmente a sus pies. Se eleva a una altura de 220 metros, posee una escalera interna de 702 gradas y en su cima se encuentra un mirador con vistas impresionantes hacia la represa de Guatepé. Subir cada peldano y encontrarse con estas increíbles vistas, hace que el reto de escalarla sea minúsculo en comparación con el encuentro de esta magnificiencia de la naturaleza. Al llegar a la cima usted solamente encontrará aire fresco, puro, un cielo azul, y una sensación de libertad única.
Al pie del peñol hay toda clase de ventas de souvenirs, olores deliciosos y colores que invitan a quedarse más tiempo, caras de felicidad prestas a subir la retadora piedra y muchas otras que habiendo consumado la tarea, regresan con placer y libertad . Un muy colorido bus hace juego con los matices de la naturaleza que imperan por doquier y hacen que todo se disfrute al cien por ciento. Un día maravilloso, un momento perfecto que solamente se vive una vez. Un lugar que es único porque la naturaleza no es repetitiva, esos tintes de color y de forma son primicia de la vida.
Los indios Tahamis le llamaron "mojaná" o "mujará", yo prefiero llamarle, "maravilla de la humanidad"
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