sábado, 17 de octubre de 2015

El arte de Botero, Antioquia

Medellín es sinónimo de flores, alumbrados navideños, horizontes de ladrillos y cúmulo de arte. Su centro histórico está plagado de reliquias de arte religioso,  teatros, catedrales y de vida cultural. Una ciudad en donde las protagonistas son las 23 piezas monumentales de bronce que descansan en la Plaza de las Esculturas de Fernando Botero (donadas por el artista al pueblo de Colombia y al mundo entero), testigos perennes del arte moderno de este gran escultor y pintor antioqueño. Sin lugar a dudas ellas son impresionantes y se levantan imponentes engalanando el entorno de la zona histórica.   Eva, Maternidad, Hombre a Caballo, La Mujer y El Romano se encuentran en un ambiente de arboledas centenarias y es indudable que son piezas únicas que plasman el estilo tan personal de Botero (como es el agrandamiento de los volúmenes), una estética que sin lugar a dudas refleja además la problemática social y humana de todos los tiempos. 
El Museo de Antioquia es también un referente urbano del centro de la ciudad de Medellín, ya que salvaguarda impresionantes colecciones de arte que se han convertido en riqueza y patrimonio de este lugar. Recorrer las salas del museo significa encontrarse con historia colonial, obras religiosas, y de héroes de la independencia; colecciones de pinturas así como esculturas de arte moderno y contemporáneo y por supuesto la Sala que reúne las más famosas obras temáticas de este virtuoso artista reconocidas mundialmente. De las más relevantes que me impresionaron menciono: Muerte de Pablo, Picnic, Circo, Masacre en Colombia, Pedrito, y Familia de Gordos entre muchas otras.
El Palacio de la Cultura Rafael Uribe es símbolo de la independencia de Antioquia; este peculiar edificio neoclásico y de diseño ajedrezado sobresale de las demás estructuras por su estilo de palacio ecléctico mismo que combina el florido con elementos art deco y barroco. Esta hermosa pieza arquitectónica puede apreciarse desde cualquier punto del parque aportando un plus al recorrido.
Así como la calidez del paisa, el arte del maestro Fernando Botero es universal y genuino, con un humor crítico que sobresale en el carácter del antioqueño y que se expresa en los lienzos del artista y en cada esquina de la ciudad.
Medellín evoca cordialidad, humor, simpatía y por supuesto genialidad y maestría con nombre propio.
"El arte es espiritual, un respiro inmaterial de las dificultades de la vida". Fernando Botero.













 

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