En otras ocasiones he expresado mi admiración por las bellezas naturales que tiene Canadá. Esta vez quisiera resaltar una de sus obras artísticas más espectaculares: los altares que adornan las principales basílicas y catedrales (o al menos las que yo conozco) de las ciudades de Montreal y Quebec.
Debido a la influencia arquitectónica que cada altar posee, ellos merecen apreciarse desde la óptica del que lee e investiga antes de visitar estos lugares tan increíbles y de inconmensurable valor histórico.
La Basílica de San José, estratégicamente empinada en el Monte Royal de Montreal (3800 Chemin Queen Mary), es la iglesia más grande de Canadá y posee un espectacular altar estilo renacentista que impresiona por las tallas de los apóstoles en madera de roble, lo cual acentúa su belleza y le añade elegancia; sin embargo, allí quien predomina es la figura de San José.
La Basílica de Notre-Dame de Montreal, localizada en la 110 Notre-Dame St. West ( Distrito Histórico del Montreal antiguo), y de arquitectura estilo Neogótico, tiene en su interior la grandeza, el dramatismo y el colorido propio de este estilo. Sin obviar en lo absoluto el increíble altar el cual profundiza los detalles tallados en madera. Este es uno de los altares más majestuosos e imponentes que he visto.
El altar de la Catedral de Notre-Dame de Quebec (16 Rue de Baude) y edificada en 1647, es de alucinante belleza debido al altar dorado que lo enaltece y lo realza, así como las valiosas obras de arte, como un baldoquino, el palio episcopal, e innumerables pinturas, obras de arte únicas. La fachada de esta catedral no indica en ninguna medida, el portento a encontrarse en su interior.
Por último, aunque no menos importante, está la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias; pequeña y pintorezca, esta iglesia domina la Plaza Royal de Quebec (Royale 27). Aunque su altar es un tanto pequeño y sencillo, el mismo tiene forma de fuerte, recordando las victorias de Francia sobre Inglatera, además el bote suspendido del techo, hace de este lugar un sitio único y uno de mis favoritos.
Me encanta observar detalles. Me gusta ver lo que nadie ve. Detrás de cada una de estas obras arquitectónicas, hay una historia que contar. Y es que, quién no la tiene?
'La arquitectura gótica está movida por un ansia de elevación y luminosidad, debe ser resplandeciente. La luz es imagen de la divinidad y las vidrieras crean una atmósfera irreal".Anónimo
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