Nueva York es una de las ciudades más luminosas y por ende más visitadas durante la época navideña. Si bien el frío polar es un tanto intenso durante esta temporada, no hay nada que un buen abrigo de lana y un buen chocolate caliente de Dunkin Donuts no solucione. Estos son entonces los ingredientes principales para entrar en calor y permanecer con el ambiente festivo que aquí impera. Las luces de colores que chispeantes engalanan los principales edificios y tiendas de la Gran Manzana, iluminan de una manera única sus calles y avenidas. El gigantesco árbol de Navidad emplazado en el Rockefeller Plaza (Calle 48 y 51 con 5ta Avenida) ó el del Radio City Hall Music (1260 de la 6ta Avenida) impresionan por los miles de bombillitos de colores que despliegan luz y magia. Un dato interesante es que el abeto del Promenade (Rockefeller Plaza) tiene que tener por tradición más de 50 años y debe de medir más de 20 metros. Los villancicos que sonoramente se escuchan en las principales tiendas y pistas de hielo que habilitan estratégicamente en los muy conocidos Parque Bryant, Parque Central y en el mismo Rockefeller Center, hacen que el espíritu navideño renazca en los corazones de los visitantes.
La ciudad de Nueva York es sin duda alguna un ícono en Navidad. La mezcla de innovación y tradición no deja indiferente a nadie. Esta amalgama de cualidades serán más bien las excusas perfectas para regresar por una ración adicional de magia y fascinación.
La ciudad de Nueva York es sin duda alguna un ícono en Navidad. La mezcla de innovación y tradición no deja indiferente a nadie. Esta amalgama de cualidades serán más bien las excusas perfectas para regresar por una ración adicional de magia y fascinación.
"Sleigh bells ring are you listening, in the lane snow is glistening. A beautiful sight we're happy tonight walking in the Winter Wonderland...". Winter Wonderland by Ray Conniff
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