Una impresionante fortaleza del siglo XVI con una exquisita historia de más de 400 años, de batallas y aventuras entre sus muros. El fuerte está empotrado estratégicamente sobre una isla rocosa que puede apreciarse desde varios puntos del Viejo San Juan y desde donde se mira soberbia, la Bahía de San Juan. Construida por los españoles para defenderse de los frecuentes ataques desde mar, hoy en día se ha convertido en uno de los lugares más representativos de la isla y es además, Patrimonio de la Humanidad (UNESCO).
Existen lugares que impresionan por su belleza natural o arquitectónica y otros porque simplemente poseen gran magnetismo y capturan la atención del turista de inmediato. El Morro es uno de estos espacios.
Divisarlo desde lejos auguraba una visita enriquecedora y educativa, provocando el deseo apremiante de adentrarse en ese mundo inhóspito de vidas pasadas. Tuvimos la suerte de contar con un increíble guía, (sin ser ésta su profesión, él emitía gran conocimiento histórico del lugar y una elocuencia y vehemencia envidiables).
Divisarlo desde lejos auguraba una visita enriquecedora y educativa, provocando el deseo apremiante de adentrarse en ese mundo inhóspito de vidas pasadas. Tuvimos la suerte de contar con un increíble guía, (sin ser ésta su profesión, él emitía gran conocimiento histórico del lugar y una elocuencia y vehemencia envidiables).
La tarde se manifestaba soleada pero ventosa; una larga vereda por donde alguna vez probablemente marcharon robustos soldados, cometas volando al ritmo de la suave brisa del mar y un Caribe que invitaba a captar vibraciones únicas y perceptibles solamente en lugares tan ancestrales y místicos como lo es éste. Nos detuvimos en un puesto de granizados o "piraguas" (como son conocidos en la isla) y desde ahí pude divisar, atónita, las imponentes murallas del Castillo de San Felipe.
Lo primero que se aprecia al superar la entrada es la Plaza Principal, desde donde se accede la planta superior; acá se aprecian impresionantes vistas y se captan fotografías increíbles de la bahía, el cementerio y la fortaleza de San Juan de la Cruz. El fuerte posee en ciertos puntos "garitas", ellas son torretas circulares que servían de protección a los centinelas de las fortificaciones. Estas torretas llamaron poderosamente mi atención ya que son todo un emblema y una característica particular del castillo.
Un dato curioso es que a pocas millas náuticas frente a El Morro, se encuentra la tercera caída o acantilado oceánico más profundo del mar. Su color turquesa asi lo delata.
Definitivamente Puerto Rico posee indescriptibles joyas naturales y lugares emblemáticos como lo es el Fuerte de San Felipe del Morro. Esta es sin duda una parada de rigor cuando se visite la Isla del Encanto.
"Nací en latitud perfecta, donde tuesta el sol y la lluvia refresca". CulturaProfética
Lo primero que se aprecia al superar la entrada es la Plaza Principal, desde donde se accede la planta superior; acá se aprecian impresionantes vistas y se captan fotografías increíbles de la bahía, el cementerio y la fortaleza de San Juan de la Cruz. El fuerte posee en ciertos puntos "garitas", ellas son torretas circulares que servían de protección a los centinelas de las fortificaciones. Estas torretas llamaron poderosamente mi atención ya que son todo un emblema y una característica particular del castillo.
Un dato curioso es que a pocas millas náuticas frente a El Morro, se encuentra la tercera caída o acantilado oceánico más profundo del mar. Su color turquesa asi lo delata.
Definitivamente Puerto Rico posee indescriptibles joyas naturales y lugares emblemáticos como lo es el Fuerte de San Felipe del Morro. Esta es sin duda una parada de rigor cuando se visite la Isla del Encanto.
"Nací en latitud perfecta, donde tuesta el sol y la lluvia refresca". CulturaProfética