Exótica, Tropical y Paradisiaca. Tres adjetivos que se quedan cortos cuando se habla de esta zona de vida natural ubicada en la costa central de Puntarenas en Costa Rica; hogar de las aves tropicales más famosas y coloridas del mundo, las guacamayas escarlatas. Desde cualquier punto de esta reserva, cortejan el cielo y vuelan elegantes y libres de dos en dos (o en grupo), saliendo desde los manglares de Guacalillo, (donde duermen cada día) hasta el Parque Nacional Carara, lugar al que llegan en busca de su alimento diario. Desde los Altos de Leona Mar las observamos volar diariamente. En su ir y venir hacen un perfecto contraste con el límpido azul del cielo, resaltando el rojo vivo de su plumaje, mezcla perfecta con el azul audaz y el brillante color amarillo de sus alas, parecieran un destello multicolor al desplazarse en el firmamento. Espectaculares vistas de Playa Blanca y del imponente Océano Pacífico sumado a dramáticos atardeceres de intensas tonalidades naranja, hacen de cada viaje una estadía plena colmada de momentos perfectos. Es imposible dejar de mencionar las imponentes montañas que nos resguardan y que adornan con su impresionante altura la Costa Pacífica, ese verdor tan profundo que sólo posee mi tierra hermosa, permea los tenues rayos del sol poniente.
De exuberante naturaleza propia del Bosque Tropical Húmedo de Costa Rica, esta zona del país posee hermosas playas de arena blanca y mar esmeralda, en donde también coexisten inteligentes monos cariblancos, monos araña, pizotes, iguanas, tucanes, entre muchos otros. Todos ellos son vitales para la conversación de nuestras selvas tropicales debido a la vida transicional que aquí se propicia entre las selvas del sur y noroeste. Una zona de bosque primario y secundario, refugio de incalculable vida silvestre y marina la hacen poseedora de los más ricos ecositemas del planeta donde muchas especies se reproducen y se alimentan.
Esta es la tierra que me vio nacer y crecer, que con orgullo represento y que me emociona cada vez que me encuentro frente a una de sus innumerables gemas.