sábado, 1 de noviembre de 2025

Otoño- Una Decadencia de Hermosura


 Otoño, […] “ en la caída clara de sus hojas, se lleva al infinito el pensamiento.  En una decadencia de hermosura, la vida se desnuda, y resplandece la excelsitud de su verdad divina”. Juan Ramón Jiménez 

La tarde equivocada se vistió de frío.  Detrás de los cristales, ven convertirse en pájaros un árbol amarillo”. Federico García Lorca

“ A veces nos sentábamos en bancos fuera del comedor. El aroma de las hojas ardiendo”. Louise Glück

“Aprovechemos el otoño antes de que el futuro se congele y no haya sitio para la belleza porque el futuro se nos vuelve escarcha”. Mario Benedetti 

“Si puedo dejarte ir como los árboles dejan ir sus hojas, tan naturalmente, una por una. Si puedo llegar a saber lo que ellos saben, que la caída es alivio, es consumación, […] Este otoño extrañísimo, dulce y severo. Si puedo soportar lo oscuro con los ojos abiertos. […] La extraña raíz todavía bajo la nieve, el amor resistirá si puedo dejarte ir”. May Sarton 

“Caed, hojas, caed; morid, flores, marchaos; que se alargue la noche y se acorte el día; cada hoja es felicidad para mí mientras se agita en su árbol otoñal”. Emily Brontë

Oh hermoso otoño! Yo no te miro con tristeza ni infortunio, del frío que se acerca y del pasar del tiempo. Yo te veo con hojas carmesí en llamas, con el brillo cobrizo del atardecer y la brisa fresca que mueve los árboles desnudándolos de sus colores rojizos, anaranjados, y amarillos intensos.

Yo te veo con una decadencia de hermosura.








viernes, 3 de octubre de 2025

El Camino de las Hojas…

Tengo muchas hojas que me recuerdan mi camino del último tiempo; colecciono también piedritas, algunas conchitas, ramitas, bellotas, pero principalmente hojas. Como yo, ellas a veces viajan con el viento, caen al suelo y lo cubren de color, hablan diferentes idiomas y poseen muchos acentos que las hace únicas.

Yo siempre las miro pero no las busco, ellas generalmente vienen a mí, me atraen, son parte de mi camino. Las recojo como testigos de lo que siento o de lo que me pasa; cuando transcurre el tiempo, ellas no me dejan olvidar mi paso por la vida y son un recordatorio de lo que he caminado y mejor aún de lo que nunca volveré a pisar.

Quiero seguir caminando para encontrarlas tan diversas y auténticas como pretendo ser yo.  Me mantengo curiosa y en conexión con la naturaleza y conmigo misma.

Al final, creo que la vida se trata de sentirse plena. 🍂 









 





viernes, 4 de julio de 2025

El Portón Rojo


 “Recordé que el mundo real era amplio y que, en un campo variado, de esperanzas y temores, de sensaciones y situaciones, esperaba a aquellos que tenían el valor de aventurarse en su extensión para buscar un conocimiento real de la vida en medio de sus peligros”.  Jane Eyre (Charlotte Brontë)

El frío y la inminente lluvia provocaron en mí sensaciones nuevas de juventud y de libertad adormecidas; se agolparon repentinamente emociones que creí olvidadas pero que seguían vivas en cada fibra de mi piel..  

Desde la ventana del automóvil pude reconocer cada espacio, cada curva daba paso a un paisaje muy verde y colorido -típico de la zona de Tarbaca- renovando con alegría y excitación lo que para mí estaba a punto de tornarse en aventura.

En cada viaje, trato de observarlo todo con asombro para no perder ese sentido de la curiosodad y para dejarme sorprender por todo lo que me regala la vida. De pronto lo vi, un portón rojo de madera de esos que aún colocan en algunas fincas; de inmediato supe  que tenía delante de mí una fotografía única. 

La lluvia cayó estrepitosamente mojando todo a nuestro alrededor, mis sentimientos de felicidad se exacerbaron aún más causando al mismo tiempo una nostalgia profunda de quien ha vivido  la mocedad y un tiempo irrepetible.

El aguacero no mermó, de regreso a casa pedí detener el carro para mirar de cerca el hermoso portal colorado. Muy complacientes detuvieron el auto y corriendo bajo la lluvia - como lo hacíamos de niñas - emprendimos la infantil aventura. 

Empaparse  y corretear bajo el agua, libera, rejuvenece el alma (tal vez sólo la mía) y te reconecta con la niña o el niño interior que vive en todos nosotros. 






viernes, 11 de abril de 2025

Bonnie Bonilla

Su nombre es Bonnie y vive en una hermosa finca en las cálidas llanuras de Guanacaste en compañía de sus amigos  Paco, Robotin, Luleta, Max, Pomposo, Sammy y Floty. 


Desde nuestro primer encuentro, ella no sólo llamó mi atención sino que se ganó mi cariño. Cada mañana nos despertaba en silencio con su cálida mirada y su atenta presencia desde la puerta trasera de la cocina. 

No tiene (ni necesita) “pedigree” alguno, despide amor y nobleza con su sola presencia al acercarse tímidamente para intercambiar con nosotros conversaciones afables en hamacas que guindan bajo los árboles de Jícaro que se mueven por la brisa fresca decembrina.

Ella es la personaje canina preferida de Eva quien llega durante sus vacaciones; y es que esta niña en especial, sabe a ciencia cierta que Bonnie Bonilla es y será siempre el cálido recuerdo de sus viajes a la niñez. 












martes, 10 de diciembre de 2024

Me encontré en el camino - 2024

 Éste ha sido sin duda alguna el año del silencio, de la observación y la escucha interna. No precisamente del viaje a un destino puntual lejos de casa, sino más bien del viaje interno, el del alma.

Si bien he caminado kilómetros para encontrar un lugar definido, un graffiti, un mural, he encontrado  el camino menos transitado, el del silencio.

Descubrí lo inesperado, la fuerza interna que se requiere para atravesar ese trecho complicado del camino y cautivarlo (dominarlo) con magia absoluta y contundente. Con alegría y determinación hacia lo nuevo y desconocido; aquella labor que nunca había realizado, y entender que “hacer” no necesariamente es “ser”.

Sentir la anticipación y la emoción que precede al encuentro con algún arte callejero fue también la tónica que prevaleció durante este año.  Al  mismo tiempo me encontré siendo más intencional en muchas de mis decisiones y esto me ayudó a experimentar más claridad y estar más presente.

Compartir las fotografías de otros viajeros (as) acompañadas de sensaciones y emociones que solamente pueden ser contadas por el mismo viajero, ha sido la experiencia más humilde y valiosa del último tiempo.

“En el silencio hay humildad”. Julio Bevione











martes, 29 de octubre de 2024

“The Capital Wheel” - Maryland











 En mi país le llamamos “Rueda de Chicago” y aún hoy no estoy muy segura del por qué de su nombre; sin embargo, imagino que en Chicago existe una y de ahí su nombre. Esta “rueda” era bastante famosa en el tiempo de mi niñez y adolescencia.  En mi caso, tenía bastante temor a subirme y quedarme atorada en su parte más alta.  Con el tiempo le he ido perdiendo el temor a esa sensación de “no control” que obviamente se pierde al emprender el osado viaje. 

La tarde fría de invierno invitaba a quedarnos más tiempo dentro del restaurante el cual nos cobijó por largo tiempo; su cálida chimenea nos seducía a continuar con la charla que resultó muy amena al abocarnos en la historia de esta ciudad que recorría por primera vez. 

El día caía y las luces del Puerto Nacional (National Harbor) se encendían tímidamente, el gigantesco árbol de Navidad impresionaba con cientos de luces verdes y rojas, a lo lejos la Rueda Capital (Capital Wheel) llamaba nuestra atención poderosamente por su altura(180 pies) por estar ubicada a lo largo del extenso río Potomac y por girar justo en el paseo marítimo.

Nos subimos a uno de sus 42 vagones de góndola (cuentan con temperatura controlada) y desde ahí observamos a lo lejos algunos monumentos de las ciudades de Virginia, Alexandría y D.C.

Qué lindo fue tener la sensación de  ‘flotar’ en el aire, girar y dar vueltas recorriendo con la mirada lugares escénicos llenos de buena energía y vibrar con esa magia tan única y especial que posee la época navideña.




martes, 2 de enero de 2024

Panamá, la Familia y la Navidad

 Me encanta viajar, ya lo he dicho muchas veces; conocer nuevos lugares, observar esas tantas experiencias que se van cruzando y sumando con el pasar de los días.  Sin embargo; para este viaje en especial no tenía expectativas, solamente quería disfrutar cada momento con mi familia tal cual se presentara todo, simplemente fluir.

La Ciudad de Panamá es una ciudad cosmopolita, bulliciosa, con carácter , es adornada con el olor que trae el océano Pacífico a través de la Bahía Panamá y se extiende en la Cinta Costera.  La silueta de grandes edificios se pueden admirar desde varios puntos de la ciudad como la Avenida Balboa, el Mercado de los Mariscos y obviamente desde el antiquísimo Casco Antiguo.

No era la primera vez que la visitaba, pero ésta sería ciertamente la primera vez que la disfrutaría profundamente desde el corazón, con esas sensaciones que solamente se perciben a través del amor.  Caminarla entre risas y conversaciones ávidas y sensibles; detenernos a degustar platillos deliciosos en uno de los muchos lugares gastronómicos que posee esta increíble ciudad, fue uno de los tantos placeres que compartimos en familia. 

Caminar y disfrutar del Coastway, conocida también como La Calzada Amador, - es una hermosa vía que conecta la Ciudad de Panamá con tres islas del Pacífico- fue uno de los lugares que disfruté mucho más porque las actividades que brinda el lugar se prestaron  para conectar con todas las edades que hay en la familia. 

Cada día al levantarme, experimentaba una sensación de bienestar, me sentía llena de  vida, de gozo y de felicidad. Fue un sentimiento que perduró las 24 horas del día y que iba creciendo conforme los días iban pasando. Estoy completamente segura que se lo debo totalmente al amor en cada uno de los miembros de la familia, tanto aquellos que estaban conmigo ahí, así como los que no pudieron ir.

Gracias Panamá, gracias tío y tía, su amor fue sentido en cada uno de nosotr@s.